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Tumores malignos de la cavidad oral y el labio

El cáncer del labio y la cavidad oral es una enfermedad por la cual se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos de los labios y la boca. La cavidad oral incluye lo siguiente:
Las dos terceras partes delanteras de la lengua.
Las encías.
La mucosa bucal (el recubrimiento interior de las mejillas).
El suelo (fondo) de la boca debajo de la lengua.
El paladar duro (el techo de la boca).
El trígono retromolar (el área pequeña situada detrás de las muelas del juicio).

La mayoría de los cánceres del labio y la cavidad oral se originan en las células escamosas (las células delgadas y planas que recubren los labios y la cavidad oral). Estos se llaman carcinomas de células escamosas o carcinomas epidermoides. Las células cancerosas se pueden diseminar hacia el tejido más profundo a medida que el cáncer crece. Por lo común, el carcinoma de células escamosas se presenta en áreas de leucoplasia (parches blancos de células que no desaparecen al frotarlas).

El uso de tabaco y alcohol pueden influir en el riesgo de contraer cáncer del labio y la cavidad oral. Entre los factores de riesgo de contraer cáncer del labio y la cavidad oral se encuentran los siguientes:
Uso de productos de tabaco.
Consumo excesivo de alcohol.
Exposición a la luz del sol.
Ser varón.
Estar infectado con el virus del papiloma humano (VPH).

Los signos que pueden indicar que hay cáncer del labio y la cavidad oral incluyen una llaga o masa en los labios o la boca. Estos y otros síntomas pueden deberse al cáncer del labio y la cavidad oral. Existe la posibilidad de que otras enfermedades ocasionen los mismos síntomas. Se debe consultar con un médico si se presenta cualquiera de los problemas siguientes:
Una llaga en el labio o en la boca que no se cicatriza.
Una protuberancia o engrosamiento de los labios, en las encías o en la boca.
Un parche blanco o rojo en las encías, la lengua, las amígdalas o el recubrimiento de la boca.
Sangrado, dolor o adormecimiento en el labio o la boca.
Cambio en la voz.
Dientes flojos o dentadura que ya no se ajustan bien.
Problema para masticar, tragar o mover la lengua o la mandíbula.
Inflamación de la mandíbula.
Dolor de garganta o sensación de que algo se quedó atragantado.

El cáncer del labio y la cavidad oral puede no presentar ningún síntoma y a veces se detecta durante un examen dental de rutina. Para detectar, diagnosticar y estadificar el cáncer del labio y la cavidad oral, se utilizan pruebas que examinan la boca y la garganta.

Examen físico de los labios y la cavidad oral

Examen que se realiza para determinar si hay áreas anormales en los labios y la cavidad oral. El médico o el dentista palparán todo el interior de la boca con un dedo enguantado y examinará la cavidad oral con un pequeño espejo de mango largo y luces. Este procedimiento incluye revisar el interior de las mejillas y los labios, las encías, el techo y el piso de la boca, y la parte superior, inferior y lateral de la lengua. Se palpará el cuello para determinar si hay ganglios linfáticos inflamados. También se tomarán los antecedentes de los hábitos de salud del paciente y de enfermedades anteriores, así como de los tratamientos médicos y dentales.

Endoscopia

Procedimiento mediante el cual se observan los órganos y tejidos del cuerpo en busca de anomalías. A través de una incisión (corte) en la piel o una abertura del cuerpo como la boca, se inserta un endoscopio (un tubo delgado con iluminación). Se pueden extraer muestras de tejido y ganglios linfáticos para realizar una biopsia.

Radiografías de la cabeza, el cuello y el tórax

Una radiografía es un tipo de haz de energía que puede atravesar el cuerpo y plasmarse en una película, con lo cual se crean imágenes del interior del cuerpo.
Biopsia: extracción de células o tejidos con el fin de que un patólogo los observe bajo un microscopio. Si se encuentra leucoplasia, las células tomadas de los parches también se examinan bajo el microscopio para determinar si hay signos de cáncer.

RMN (resonancia magnética)

Procedimiento en el que se utiliza un imán, ondas de radio y una computadora para crear una serie de imágenes detalladas de áreas internas del cuerpo.
Exploración por TAC: procedimiento mediante el cual se toma una serie de fotografías detalladas del interior del cuerpo, desde ángulos diferentes. Las imágenes son creadas por una computadora conectada a una máquina de rayos X. Se inyecta una tinción en una vena o se ingiere, a fin de que los órganos o los tejidos se destaquen más claramente. Este procedimiento se denomina también tomografía axial computarizada.

Citología exfoliativa

Procedimiento realizado para recolectar células del labio y la cavidad oral. Se raspan las células de los labios, la lengua, la boca o las amígdalas con un trozo de algodón, un pincel o un raspador de madera. Se observan las células bajo un microscopio para determinar si son anormales.
Ingesta de bario: serie de radiografías del esófago y el estómago. El paciente bebe un líquido que contiene bario (compuesto metálico de color plateado blancuzco). Este líquido recubre el esófago y el estómago de los que luego se toman radiografías. Este procedimiento también se conoce como serie del tubo digestivo superior o esofagrama.

Exploración con PET (exploración con tomografía por emisión de positrones)

Procedimiento llevado a cabo para detectar células de tumores malignos en el cuerpo. Se inyecta en una vena una cantidad pequeña de glucosa (azúcar) radionucleica. El explorador de TEP rota alrededor del cuerpo y toma una imagen de los lugares del cuerpo que utilizan la glucosa. Las células de tumores malignos tienen aspecto más brillante en la imagen porque son más activas y absorben más glucosa que las células normales.

Pronóstico y tratamiento

Ciertos factores afectan el pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento. El pronóstico (probabilidad de recuperación) depende de los siguientes aspectos:
El estadio del cáncer.
Si el tumor se encuentra en el labio o la cavidad oral.
Si el tumor se ha diseminado a los vasos sanguíneos.
Para los pacientes que fuman, la posibilidad de recuperación mejora si cesan de fumar antes de comenzar la radioterapia.

Las opciones de tratamiento dependen de los siguientes aspectos:
Estadio del cáncer.
Tamaño del tumor y ubicación en el labio o la cavidad oral.
Si la apariencia del paciente y su capacidad para hablar y comer permanecen sin alteraciones.
Edad y estado general de salud del paciente.

Los pacientes que han tenido cáncer del labio y la cavidad oral tienen más riesgo de contraer un segundo cáncer de la cabeza o el cuello. Es importante el seguimiento frecuente y cuidadoso.

El tratamiento consiste, en la mayoría de los casos en cirugía. En muchos casos se asocia radioterapia y, en ocasiones, quimioterapia. Cuando los tumores tienen cierto tamaño, la cirugía para extirpar el tumor se acompaña de la reconstrucción del defecto, mediante tejidos locales o a distancia (con microcirugía).

Tumor en la cavidad oral. Reconstrucción microquirúrgica (colgajo libre).